volvia a casa, desanimado, moribundo, como si todo lo hubiese perdido, casi arrastrandose por las calles, costandole mas esfuerzo cada calle nueva que cruzaba.
entraba en su habitacion, y todo como antes, revuelto, en orden, como estaba antes de que ella se fuese, como a el le gustaba. recuerdos en todos los rincones, un zumo medio lleno, un dibujo en el escritorio, las sabanas revueltas, unos guantes de ella olvidados antes de marchar, y su olor, lo mas especial, su olor. nada mas cruzar la puerta todo le volvia a la cabeza, pero ahora ella no estaba, ahora todo estaba oscuro, sin nadie esperando alli, tan solo el, y el recuerdo de ella, el anhelo, el deseo... ahora se tumbaba en la cama, miraba a su lado, y solo veia nada, sabanas arrugadas, que aun conservaban su olor, el de ella, que lo hacian todo mas agonizante, en la oscuridad, como caer en un pozo, agobiante, todo tan grande a su alrededor, sin nada que hacer ya, esperar su llamada, el proximo momento en que pueda mirar sus ojos, ver moverse sus labios, y escuchar las palabras que salen de ellos, esperar... con el unico sentimiento en la cabeza del deseo, el anhelo, su recuerdo.